Algunas ideas para pensar “Resiliencia y Vulnerabilidad” desde la Bio-LógicaProf. Dr. R.C. Frenquelli; Psic. María Rosa Perelló ; Ayudante Estudiante de Medicina Ma. Fernanda Gradilone; Ayudante Estudiante de Medicina Franco Frenquelli.
1- Introducción: Asistimos al creciente uso de los términos Resiliencia y Vulnerabilidad. Tanto, que son hoy, en estas Jornadas, quienes nos convocan. Como siempre, dispuestos a intentar pensar. Operación que no puede dejar de considerar esa categoría fundamental de lo viviente, lo relacional vincular. Es así que partimos, intentando señalar, distinguir, algún punto en el continuo recursivo del proceso de las ideas, desde algunas apreciaciones volcadas en trabajos de reciente circulación, donde se alude - con mayor o menor precisión - a cuestiones vinculadas a Biología o Medicina. Es entonces el objetivo de la presente comunicación hacer una serie de puntualizaciones sobre aspectos inherentes a nuestro posicionamiento en dichas disciplinas, desde la Lógica de lo Viviente, la dada en llamar “Bio-Lógica”. 2- Acerca de lo viviente: Entendemos a los Seres Vivos como redes e interacciones moleculares que se producen a si mismos, mientras especifican sus propios límites. La noción de Autonomía, implícita en esta definición, se completa, mas bien se perfecciona, en la de Auto-Eco-Organización. Se sellan entonces, basándonos en las operaciones recursivas que la distinguen, las clásicas divisiones de dependencia-independencia, externo-interno, individuo-sociedad, naturaleza-cultura, cuerpo-mente, genético-ambiental, sujeto-objeto. Máquinas que se producen a si mismas, que se reparan a si mismas; dotadas de un proyecto que les es inmanente, que se conforma de momento a momento, en el eterno lazo de ida y vuelta entre la Información Estructura y la Información Circulante. Eterno Proceso, paradojal, donde somos nosotros mismos mientras somos los otros, en una configuración parte-todo, en movimiento constante e irrepetible. Sometidos al trazo de la Flecha del Tiempo, a los Procesos Irreversibles propios de la Segunda Ley de la Termodinámica, los Seres Vivos, ahora desde el punto de vista de la Evolución, resultan formidables “máquinas de remontar el tiempo”, de crear focalmente el orden, la Complejidad. Esta característica de la Vida, emparentada con la noción de Teleonomía, implica la no consideración de propósito alguno. Lejos de los vitalismos, de los animismos, podríamos decir que “la Vida es, simplemente, la Vida”; o que “la Vida es”; casi mejor, simplemente, deberíamos decir “Vida”, a secas. Vida que es Historia, Natural y Cultural. Vida que es Determinismo y Azar. Entendiendo por este último aquello imprevisto, aquello no posible de otro análisis y consideración, que escapa, que fuga, a nuestro entender. Podríamos pensar, si se quiere, en un “Azar Determinístico”. Agitación que se pone de manifiesto desde los planos subatómicos, atómicos, moleculares, titulares, de los órganos y sistemas, hasta las grandes asambleas humanas, sin dejar de lado a ese otro mundo, aquel que con cierta injusticia llamamos “inanimado”. Pues ese mundo, el inorgánico, también tiene sus leyes, su información; a las que no somos para nada ajenos. Ahora repitiendo, a riesgo de resultar cansador, sin el Sol, esa estrella en constante explosión, derramando su materia y energía sobre el planeta , nosotros ni nadie estaríamos aquí, debatiendo. Agitación en busca permanente de negociaciones en pos de un Equilibrio, que ni bien llega, deja de ser. Así se entiende la Homeostasis en la Bio-Lógica. Como un ajuste efímero. Hablamos de Atractores: de punto, de oscilación, de tipo caóticos. Y de Estados Estables, donde las Multidimensiones de los Sistemas Vivientes, de hecho siempre Abiertos, se conjugan en un trazo elegante, el menor gasto energético posible. Siempre a sabiendas de que en cualquier momento, ciertas Bifurcaciones lo precipitarán por nuevos senderos, a lo que se llama el “Orden por Fluctuaciones”, donde el Sistema, ahora alejado del Equilibrio, se direcciona a otra traza. Traza que es irrepetible, novedosa. Si, digámoslo rápidamente, la Repetición en el orden de lo Viviente nunca es tal. La “restitución ad integrum” es una ilusión. La Extinción, si se quiere decir más lisa y llanamente, la Muerte, tanto como fenómeno local o particular de las unidades consideradas, resulta un accidente de la tramitación vital. Las reacciones que se suceden en el plano Fisiológico, el plano de las Funciones, el plano de las integraciones, tienen siempre dos brazos, los positivos y los negativos, describiendo los Circuitos de Regulación, a Constancia y a Tendencia. El llamado Stress no es otra cosa que la descripción en dicho nivel del suceder del vivir. Esta apretada e incompleta síntesis no tiene otra finalidad que introducir en el debate de estas Jornadas nuestra postura. Que sabemos compleja. Pero necesaria para terciar en pos de nuestros objetivos, de nuestros aportes. Quedarán muchas dudas a revisar, sin duda parcialmente, en el momento del necesario diálogo. Por que la Dialogicidad es condición de nuestro posicionamiento, junto a la ya aludidas Recursividad y Hologramia. 3- Y entonces, qué decir de Vulnerabilidad y Resiliencia ? Diremos que son dos conceptos que están implícitos en las descripciones anteriores. Largamente reconocidos por los Clínicos y los Investigadores de siempre. De la Biología y de la Medicina. Para estos campos disciplinares, Vulnerabilidad y Resiliencia podrían considerarse como términos prescindibles.Las archisabidas críticas al Positivismo y otros tantos latiguillos, no pueden confundir cuestiones que no son del plano teórico. El Modelo Médico Hegemónico no es la Medicina ni la Biología. Estas críticas solo pueden apuntar a cuestiones de índole política, de poder. De instrumentalización, si se quiere de manipulación sobre las personas, tanto en Salud y como en Educación. Pero de este riesgo nadie se escapa, sea la Disciplina que sea. Ya se sabe, cualquiera que se lo proponga puede ser un “Darwinista Social”, que más bien vale como un retorcido eufemismo de la más clara expresión “Abusador fanático”.No es recomendable arrojar “el agua junto al bebé”. Leemos, de diversas maneras, que los “defensores” de la Resiliencia -ese anglicismo casi obligado, pues Resistencia no tiene buena prensa hoy en día- están intentando alejarse de ciertas ideas de “primera generación” donde podrían quedar ligados a lo que entienden por Biología y Medicina. Expresión banal por lo ligera, que mientras se acuña olvida que esta cuestión de las “generaciones” es bien propia de ese semidios postmoderno que es el Mercado. Entendemos que Resiliencia y Vulnerabilidad, o como quieran llamárseles, encontrarán su mejor destino en un profundo debate, lejos de las rápidas tramitaciones, que en el mejor de los casos solo alcancen para envasar viejos vinos en nuevas botellas. Con el agravante de que uno nunca sabe quien es el mercader que las patrocinará. Justo es revisar las Palabras, esos delicados productos de la Red de Interacciones propias del Hombre, única especie capaz de asomarse a la Paradoja de la Existencia. En la perspectiva que sostenemos siempre hubo lugar para la sorpresa, para lo imprevisible, para el asombro, para las alturas y las hondonadas de la Vida. Para “fuerzas de flaquezas”, también para “flaquezas de fuerzas”. Velando por ellas en la Deriva del Existir. 4- Bibliografía: Cyrulnik, B., Tomkiewicz, S., Guenard, T., Vanistendeael, S., Manciaux, M. (2003); “El realismo de la esperanza”. Gedisa. Barcelona Frenquelli, R. (2000); “Psicofisiología. Una aproximación bio-lógica a la comprensión del hombre”. Homo Sapiens Ediciones. Rosario. Frenquelli, R. (2005); “El Stress y sus destinos. Qué importa de este concepto para la Psicología de hoy”. En Cuadernos del Estudiante “Psicosomática – Stress”, Nro. 2, Año 1. EBS2 Ediciones. Rosario. Frenquelli, R. (2005); “Neurociencias en un diálogo con el Desarrollo Temprano”. En “Los Primeros Años de Vida”. Homo Sapiens Ediciones. Rosario. Galende, E. (2005); “Propósito de la Resiliencia. Fuerzas de Flaquezas”. En “Resiliencia y Subjetividad” (en prensa). Paidós. Buenos Aires. Melillo, A. y Suaréz, E. N. (2004); “Descubriendo las propias fortalezas”. Paidós. Buenos Aires. Rodríguez, D. (2005); “En defensa del concepto de Resiliencia. Recursos comunitarios para sobrevivir”. Diario Página 12, 12 de mayo del 2005. Buenos Aires. |